Los espacios verdes favorecen el desarrollo mental de los niños al reducir los efectos de la contaminación atmosférica, señalan diversos estudios.
Las conclusiones indican que vivir en una zona con más áreas verdes se asocia a mejores resultados en el desarrollo durante la primera infancia, lo que se ve reflejado también en la salud mental del niño en su adultez.
Las investigaciones sobre los efectos de la vegetación en la salud de las personas, y más específicamente a áreas verdes urbanas cercanas al lugar de residencia, reflejan mayores beneficios en la salud mental . Las que abarcan mejoras en las respuestas fisiológicas y psicológicas al estrés, ansiedad, trastornos psiquiátricos, depresión y un mejor desarrollo cognitivo.